De la vida misma
Aún recuerdo la insistencia que tuvimos mi esposa y yo, en exigirle a nuestro hijo desde pequeño el uso del cinturón de seguridad, cada vez que se subía a un automóvil. Nuestra constancia dio frutos, pues cuando empezó a manejar a los 18 años, en forma automática se abrochaba el cinturón. La desgracia más común en un choque de automóviles es que un pasajero salga por la ventana por no tener el cinturón de seguridad abrochado. Luego los mismos automóviles involucrados en la colisión pasan por encima de esa persona. causándole lesiones fatales.
De la misma manera, hacer investigación científica en el laboratorio tomando todas las medidas de seguridad, a la larga da sus frutos. Es investigación libre de accidentes. Como el caso de mi hijo y el cinturón de seguridad, mientras más temprano inculquemos a nuestros alumnos tomar las precauciones y considerar la seguridad en sus experimentos, ellos lo van a hacer en forma automática cuando se transformen en profesionales. En el fondo es fomentar una “cultura de seguridad”.
La visión institucional es clave
Para que esto se lleve a cabo en cualquier institución, es necesario que las autoridades superiores den una señal, de que la seguridad en la investigación es importante. ¿Cómo se puede hacer esto? Poniendo menos énfasis en exigir la pronta publicación de resultados (“publish or perish”) y más en una investigación libre de accidentes en el laboratorio.
Tuve la fortuna de trabajar en la empresa norteamericana Air Products and Chemicals ubicada en Allentown, Pennsylvania. En esta empresa se privilegia la seguridad, antes de los resultados de investigación como “papers” o patentes. A uno no se le recriminan por no haber publicado en el año, pero sí haber tenido un accidente en el laboratorio. A través de mi carrera de investigador en diferentes centros de investigación, he sido testigo de accidentes diversos: daños a la retina de un investigador por mirar un láser sin protección ocular; la pérdida de un dedo por exponerlo a rayos-x al no tomar la precaución de apagar el tubo de rayos-x durante el posicionando la muestra; envenenamiento por respirar vapores de metales pesados sin usar protección respiratoria, etc. Obviamente no quisiéramos que ningún alumno o coinvestigador nuestro estuviera expuesto a esos riesgos en nuestra institución. Por tanto, mi recomendación a los investigadores es que se tomen todo el tiempo necesario para preparar un experimento. Implementando todas las medidas de seguridad apropiadas, aunque retrase la pronta obtención de resultados publicables.
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